A medida que las operaciones personales y empresariales son trasladadas al espacio digital, la ciberseguridad se ha vuelto una prioridad para proteger a los usuarios. En este esfuerzo, ha surgido la biometría facial, una tecnología de última generación que ofrece una autenticación más ágil, precisa y segura para las tramitaciones a nivel virtual.
En lo que sigue, podrás conocer cómo funciona este avance y su lugar en la evolución de la identidad digital.
¿Qué es la biometría facial?
El reconocimiento facial es una categoría de seguridad biométrica que se utiliza para identificar o confirmar la identidad de una persona a través del análisis de su rostro.
Para ello se utiliza un software que lee la geometría facial basándose en factores clave como la distancia entre los ojos, la profundidad de sus cuencas, o la forma de los labios y los pómulos.
A través de este proceso, se transforma la información análoga de un rostro en un conjunto de datos que componen la huella facial de una persona.
Es así que la biometría facial puede tener diversas aplicaciones, ya sea para desbloquear teléfonos, autentificar la identidad de clientes de banca en línea, para las búsquedas en bases de datos policiales o en el control de identidad en pasos fronterizos.
Beneficios de la tecnología de reconocimiento facial
¿Qué ventajas entrega esta herramienta para los usuarios? A continuación, algunos de ellos.
1. Mejora la experiencia del usuario
Dentro de un país como Chile, donde existen casi 20 millones de usuarios de Banca en Línea, el reconocimiento facial es una herramienta clave para generar una experiencia de usuario más fluida y rápida, donde se permite a los clientes operar de manera remota, con altos estándares de seguridad.
2. Fácil integración
La gran mayoría de los softwares de biometría facial están diseñados para integrarse fácilmente con otras tecnologías de seguridad.
Esto evita que las empresas tengan que invertir grandes sumas para añadir esta herramienta en su estructura de prevención.
3. Seguridad más simple y eficiente
Se estima que en 2022 se registraron más de 14 mil millones de intentos de ciberataques en Chile, cifras que demuestran la necesidad de estrategias de seguridad integrales.
El reconocimiento facial es una herramienta clave para reforzar los procesos de autentificación, añadiendo una capa extra, que es simple de utilizar y altamente confiable.
4. Identificación más precisa
Ante los actuales desafíos de ciberseguridad no es recomendable descansar en instrumentos como las contraseñas o direcciones de correo para identificar a una persona.
En ese sentido, la biometría alcanza una precisión del 99,8%, pudiendo reducir significantemente las suplantaciones.
La evolución de la identidad digital
La identidad digital se refiere al conjunto de información que identifica a las personas en internet, esto incluye la huella digital y los datos de autenticación que se utilizan para operar en la red.
A lo largo de su historia, la gestión de identidad en los sistemas informáticos ha tomado distintas rutas, desde la identidad centralizada y federada, la identidad centrada en el usuario, hasta la Auto-Identidad Soberana (SSI, por sus siglas en inglés) que se espera desarrollar en el futuro.
La biometría facial es parte de esta evolución, uniéndose a elementos como los datos personales, el correo electrónico, las contraseñas y otras biometrías para construir una imagen comprensiva de las personas en internet y garantizar la seguridad de sus datos.
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